Las razones del aumento de peso cuando se deja de fumar y cómo evitarlo
Normalmente cuando una persona deja de fumar, existe la creencia de que subes de peso. Aunque esto no aplica en todas personas (cada metabolismo es distinto), es verdad que hay una tendencia en subir unos cuantos kg luego de dejar el cigarrillo, y más en los primeros meses.
Pero ¿Por qué sucede esto? ¿Se puede evitar? ¿Es un efecto secundario o simplemente un asunto psicológico? En este artículo te daremos la respuesta.
Las causas principales
El tema del aumento de peso se lleva estudiando desde hace algunos años. De acuerdo a una evaluación que le hicieron a 190 exfumadores en la Clínica Mayo, el 70% de los evaluados subió más del 3% de su peso corporal en las primeras 12 semanas. Así mismo, se descubrió una mayor incidencia en las mujeres (16% más respecto a los hombres).
Pero ¿Qué lo ocasiona?
En general, las causas principales de que subas algunos kilos cuando dejas de fumar, tienen que por dos razones: la ralentización del metabolismo y el incremento de la ingesta de comida.
La nicotina es un estimulante que puede acelerar levemente el metabolismo. Si bien, se sabe que los cambios repentinos pueden tener un impacto importante en aquellos que tengan sensibilidad metabólica, en el caso de personas saludables su efecto es prácticamente mínimo. Para un diagnóstico más preciso, se requieren pruebas de sangre y una evaluación física.
El otro factor importante ─y probablemente el causante de casi todos los casos─ es el incremento en las cantidades y frecuencia de las comidas. Cada vez que fumas se suprime el apetito, inclusive para los fumadores más frecuentes les cuesta trabajo diferenciar entre el hambre y las ganas de fumar. Por esa razón las primeras semanas que llevas dejando el vicio, es común intentar calmar las ganas de prender un cigarrillo con la comida.
Otra razón psicológica relacionada muy relacionada con el punto anterior, es que mejora significativamente el sabor de la comida luego de que dejas el tabaco. Al destaparse las vías respiratorias y limpiarse la mucosa de la boca, los sabores se vuelven mucho más distinguibles e intensos.
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Ya conociendo las causas, afortunadamente es más sencillo evitar subir de peso durante el proceso. En el siguiente punto te daremos unos consejos que te pueden ser de mucha ayuda.
Cómo evitarlo
Bebe agua
Cuando estas dejando el tabaco, uno de tus aliados más importantes es el agua.
Además de ayudarte a eliminar de manera más rápida muchas de las sustancias perjudiciales para tu salud, también sirve para disminuir la sensación de hambre.
En personas que tienen problemas de retención de líquidos, el beber cantidades mayores a las recomendadas les puede ocasionar aumento de peso repentino. Para más información, consulta a tu médico.
Los chicles (goma de mascar) y caramelos sin azúcar
Al masticar goma de mascar o chicles, haces “creer” inconscientemente al cerebro de que estas comiendo. Por lo tanto, te ayudará a controlar la necesidad de comer a consecuencia del síndrome de abstinencia.
De igual forma, si no te gustan los chicle:, los dulces sin azúcar, pastillas de menta o incluso pedazos de zanahoria y apio, pueden ser igual de efectivos para controlar el hambre que la goma de mascar.
Usa algún sustituto de nicotina
La opción más efectiva para personas que tienen un metabolismo más sensible y problemas de ansiedad.
De acuerdo a datos de Smokefree.gov, el usar algún reemplazo de nicotina como lo son parches, chicles e inhaladores, disminuye la posibilidad un 30% de subir de peso mientras estás dejando de fumando.
Controlar la respiración
Las ganas de comer generalmente aparecen de forma espontánea y disminuyen luego de 3 a 5 minutos. El hacer algunas respiraciones profundas te ayudará a sobrellevar más fácilmente las necesidad de “comer algo”.
Haz ejercicio
La mejor forma de controlar tu peso (en complemento con una dieta adecuada), es sin duda el ejercicio.
El hacer 30 minutos de ejercicio cardiovascular al menos 3 veces a la semana, aparte de ayudarte a controlar el peso, también te servirá para recuperar condición física y controlar la ansiedad del síndrome de abstinencia de la nicotina.
Consulta a tu médico de cabecera antes de iniciar una rutina de ejercicio.
Otros consejos
Revisa tu peso al menos una vez a la semana. Esto te ayudará a llevar un control más preciso de todos los cambios en tu peso.
Come de forma calmada y sin prisa. Hay una regla no escrita que dice: “entre más rápido comas, mayores serán las cantidades que consumas”; y de hecho, el cuerpo tarda al menos 20 minutos en sentirse completamente satisfecho, así que al final terminas más de lo que necesita tu cuerpo. Dentro de este tema, la ansiedad causada por la abstinencia, pueden aumentar la sensación de apetito.
Controla el estrés. Es importante mantenerse relajados y calmados y más en momentos de mucha tensión, ya que en algunas personas el estrés puede causar alteraciones en el peso.
Consulta a un especialista. En el caso de que te cueste trabajo controlar el peso y directamente esto interfiere negativamente en tu vida diaria, consulta a un médico o especialista para más información.
Por último: no importa si subes de peso, el resultado merece la pena
Por asuntos de salud y estética, el aumentar de talla es algo muy mal visto en el mundo actual. Inclusive, tristemente, hay muchas personas que no dejan de fumar con la excusa del miedo a subir de peso.
Si eres una de esas personas que les importa el aspecto físico, ten en cuenta que al dejar de fumar tanto tu apariencia como tu salud, van a mejor exponencialmente.
No importa que subas unos cuantos kilos de peso al inicio, al final es más fácil bajar un par de kilos que dejar de fumar. No lo olvides.